domingo, 25 de marzo de 2012

Que tu luz brille por siempre, porque tu te lo mereces

He tratado de ordenar las palabras en mi cabeza. Conteniendo así un segundo el aliento. Dejando que mi cuerpo quede inerte y que tú, seas lo único en lo que pienso. Escribo esto entre lágrimas sabiendo que nunca será leído por ti, y que llegará un día en el que yo me sentare a tu lado, te cojere la mano y te diré; "Estoy aquí contigo, mira, te he escrito algo" y puede que tu no me hagas mucho caso, a lo mejor incluyo me preguntas quien soy, y que quiero. Y una vez mas suspirare y entre lágrimas te diré que eso no importa, que estoy aquí y que te quiero.
Recuerdo esos días en los que paseábamos juntas, me dabas todo cuando pudiera desear y siempre decías que yo era tu niña, esa niña preciosa a la que tanto querías.Y podía ver como se te iluminaban los ojos de felicidad al presumir de nieta. Y yo buscaba tu abrazo, me sumergía en ti y me olvidaba del mundo. Mi hombro en el que llorar, mis pies para caminar, mi punto de apoyo que me evadía de toda esta locura de mundo miserable. Mi mayor premio era meterme en la cama y que tu vinieras a arroparme, me dieras un gran beso y me dijeras que me quieres.
Han bastado dieciocho años para ganarte mi amor, mi respeto, y a mi todavía me falta tiempo para agradecerte que me convirtieras en quien soy.
Día tras día saldrán de mis labios un te quiero. No me daré jamás por vencida porque mereces sentir que todavía puedes recordar que te quiero.
Un vez más:
Te quiero mucho.