martes, 29 de noviembre de 2011

"Al decir que es difícil estas afirmando que es posible"

Te escribo desde el mismo sitio de siempre. Ese que tantas vez nos a visto reír y llorar. Compartir secretos y discusiones. Amores y odios.
Te escribo, y puede que esta vez, si que sea la última. Y es que mi madre tenia razón, cuanto nos cuesta decir adiós.
Y cuanto mas nos cueste, es que mas nos hemos querido.
Ambos hemos sido testigos del paso del tiempo, del que dirán, del egoísmo, de la amistad, y de un amor vacío.
Creo que eso es lo que mas duele en esta vida. Comenzar algo hermoso, y que acabe antes de que te haya dado tiempo a saborearlo.
Mis palabras, después de tantos años, pueden que no produzcan el mismo efecto en ti. Sin embargo, algo a variado en todo esto.
Vamos. No nos paremos a pensar quien tubo la culpa de qué, o quién no supo dar mas.
El ultimo día que nos vimos, fue también la ultima vez en siete años que me dijiste que me querías, que me miraste de esa manera que solo tu sabes hacer, una mezcla entre protección, deseo y amor.
Recuerdo que me besaste, me baje del coche, y me dijiste: "Mañana te veo". Un mañana demasiado prolongado, y un te veo muy poco deseado.
Y es que no os podéis imaginar cuanto nos quisimos. Hasta el punto de romper a llorar de felicidad. Hasta sentir que has alcanzado el límite, que todo lo demás siempre será inferior puesto que aquello era inmenso.
Aún me sigo preguntando como pudo acabar de una manera tan fea, algo tan hermoso.
Supongo que nuestros planes, nuestro futuro de vida y aquellos niños con nombre pero sin existencia, se marchitaron en el momento en el que yo abandone aquel coche, y con ellos, a ti.
Apenas tenía fuerzas para seguir con todo aquello, y tu tampoco insististe. Supongo en cierta manera ambos teníamos claro en que iba a desembocar todo aquello.
Y si es así, díme, ¿Porque no tubiste el valor de despedirte? Creo que llegados hasta tal extremo, ambos nos merecíamos aclarar la situación, poner los puntos sobre las íes y marcharnos elegantemente, aun que eso si, con un cristal clavado de más.
Tranquilo, no pretendo culparte. Ni si quiera que te disculpes. Contigo aprendí a darle la importancia justa a las personas y a las circunstancias. Y creeme cuando te digo, que he derramado, y derramo, mas lágrimas por ti, de lo que jamas pensé que haría por ninguna persona. Que te he querido hasta el punto de dolerme, y te he defendido de todas y cada una de las personas que decían que no eras bueno para mi.
Mi camino contigo acaba aquí, "nuestro camino", es lo que tu quisiste, ya sea por cobardía o por falta de interés.
Pero cariño, jamás, jamás, te guardare rencor por todas y cada una de las noches que me impediste el sueño, jamás deseare, que te vaya mal, y jamás podré llegar a olvidarte del todo.
Sin embargo te pido un último favor:
Nunca más recuerdes como nos fue, lo que fuimos, y quisimos ser. Trata de disimular tus miradas si alguna vez tus ganas y mi deseo se vuelven a cruzar, y sobre todo, bajo ninguna circunstancia, vuelvas a repetir:
T(M)e quiero muchísimo Raquel.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Dejar de pensar lo silencia todo.

Debes comprender que ese amor no deseado, ese deseo no correspondido, es un gran regalo que te hacen. No lo desprecies simplemente porque no te sea útil.
Poseer ese amor que no significa nada para ti, es diferente que perderlo. Porque, aunque pierdes algo que no comprendías, nunca más volverás a tenerlo, y eso es terrible.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

No, nunca, jamás, tampoco, nada.

Todo el mundo piensa que lo mas difícil es terminar. Dejar un trabajo, terminar una amistad o relación, dejar un lugar. Despedirse, marcharse, abandonarse.
Pero lo siento, os estáis equivocando. Lo difícil no es terminar, lo verdaderamente difícil es empezar.
Empezar a levantarte de la cama con el pie derecho, empezar a perseguir sueños y metas, empezar a querer-te, empezar a ser, quien quieres ser, no quien quieren que seas.
Si lo miras de esa manera, es mucho mas difícil llegar que irse. Es mucho mas difícil encajar, que desencajar.
Es mucho mas difícil quererte, que olvidarte.

martes, 8 de noviembre de 2011

Que la muerte te acompañe.

Me senté en mi mitad de sofá y contemplé lo vacía que había quedado la otra parte de su existencia.
Y me volví a preguntar por qué nos empeñamos en llenarla siempre con otra persona. Por qué llevaba años empalmando una pareja con la siguiente. Por qué, de todas las cosas difíciles e importantes que había aprendido a lo largo de estos años, nunca figuraba en la lista la asignatura pendiente de estar sola.
Otra vez a desilusionarse. Otra vez a perder las ganas.
Otra vez a olvidarse de los hombres, a reírse de ellos con esa risa que bien podría confundirse con llanto.
Otra vez a recuperar la ilusión. Otra vez a creer que será diferente. Otra vez a emocionarse con algo distinto.
Y otra vez a vivir una mentira. Otra vez a descubrirla.
Otra vez a desengañarse. Otra vez a quitarse media vida.
Otra vez a quedarse sola en su medio sofá.

domingo, 30 de octubre de 2011

We Found Love.

Es como gritar. Pero sin que nadie te oiga.
Casi te sientes avergonzada, de que alguien sea tan importante, de que sin él sientas que no eres nada.
Nadie podrá entender cuando duele.
Te sientes sin esperanza. Como si nada pudiera salvarte.
Y cuando todo termina, y él ya se ha ido... Hasta deseas que todo lo malo regrese, para que al menos, también puedas tener lo bueno de vuelta.

sábado, 22 de octubre de 2011

Ahora viene cuando deberia de aprender, a ir aterrizando.

Vamos a hacer un trato.
Yo hago como si no hubiera pasado nada, y tu te alejas de mi vida sin hacer ruido. Sin que se note. Sin que nadie te vea. Sin que duela.
Hoy el día tiene nostalgia del pasado. Tiene ganas de explotar. De correr. O mas bien, de esconderse.
"Crecer es aprender a despedirse". Es hora de dejar de decirnos hasta luego, para empezar a decir hasta nunca. Para dejar enterrados todos los momentos, y seguir con este duro camino.
Lleno de piedras, de vallas, de puertas blindadas, de pinchos y de vivoras.
De gente que engaña, que hace daño sin un porque, que lastima gratuitamente, que arañan tu ilusión y la dejan magullada.
Es verdad, te echo de menos.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

domingo, 11 de septiembre de 2011

Por favor, pon la cara que usas cuando sonríes.

Escribo desde el rincón mas oculto de esta casa. Bajo la más absoluta y fúnebre penumbra.
Me escondo porque pienso y pienso porque tengo miedo. No encuentro la diferencia entre tener los ojos abiertos y cerrados. Si al menos pudiera expresarme, quizás, esta presión del pecho se acabaría desvaneciendo.
Escribo desde el rincón mas oculto de esta casa. Porque aquí no hay espacio para lamentos, ni para voces, ni para dudas.
Porque tampoco se cual es la diferencia entre estar y no estar. Una vez oí, que el dolor que sentimos, va en proporción a la felicidad vivida. Cuanto mas dolor, mas felices hemos sido.

Me he quedado en blanco. No se a donde quiero llegar, pero sé que algún día llegaré.
Algún día, abarca un espacio de tiempo indeterminado. Sí.
Pues algún día dejare de ser, para serlo solo contigo.

lunes, 29 de agosto de 2011

Día rosa.

Complicidad.
Esa es la palabra. Ambas nos conocimos en el momento adecuado. Cuando más nos necesitábamos la una a la otra. Y te puedo asegurar que si hoy estoy aquí, de esta manera, es gracias a ti.
Soy una persona que no se fía de la gente, que siempre tiene dudas. Pero tu eres mi excepción.
Eres increíble Jennifer. Para ti, todas las palabras se quedan cortas. Y ten claro siempre, que la persona que no te sepa valorar como es debido, y que te haga pasarlo mal lo mas mínimo, no merece ni si quiera, un simple desprecio tuyo.
Ambas hemos tenido que afrontar duras situaciones (algunas mas que otras), y desde que te conocí, he lamentado día tras día, no haberlo echo antes.
Pero el destino es así de caprichoso, y quiso que fuera en esa clase de latín. ¿Más vale tarde que nunca no? Sí, tengo mucho que agradecer a ese destino, por ponerte en mi camino. Y tengo más que claro, que voy a valorarlo, a valorarte como te mereces. No soy una persona que te vaya a decir que estaremos juntas para siempre, porque las palabras van y vienen, y lo que permanecen son los hechos. Vamos a exprimir cada uno de los momentos que tenemos delante, sin mirar hacia atrás, a menos que sea para reírnos de nuestros errores, y sin preocuparnos por lo que vendrá.
La vida es corta Jenni, no te lamentes nunca por lo que no tienes, y piensa en las cosas buenas que están contigo, sal, y vive.
Es un día especial porque cumples 17 años, para mi, todos los dias son especiales estando a tu lado.
Hoy hace 17 años que por alguna razón estas aquí, y menos de 1 año, que yo estoy contigo, y lo unico que puedo decir, es que quiero seguir felicitandote por hacerte vieja el resto de mi vida.

Te quiero muchisimo Jenni. Más de lo que crees y menos de lo que imagino.

Feliz cumpleaños.

domingo, 28 de agosto de 2011

Desde ahora, y para siempre. Adiós.

Ayer, después de una semana sin salir de casa por los estudios. Cogí el autobús. El cielo estaba pintado de rosa, y la música de mi ipod inundaba todo cuando me rodeaba.
Había sido una semana terrible, todo cuanto me rodeaba estaba mal.
Pero pensé en ellas, pensé en todo el apoyo y seguridad que se me estaba brindando a mi alrededor. En la compañía inesperada, y en el cariño regalado sin motivo aparente.
Y me reí, me reí en medio de toda esa gente desconocida que me miraban sorprendidos. Me reí como jamás lo había echo en mucho tiempo.
En los momentos duros, hay que pararse a pensar en todo cuanto te rodea, y sopesar lo bueno, frente a aquellas cosas que te quitan el sueño. Finalmente, consigues pegar ojo, y todo con una sonrisa. Y mi sonrisa, se la debo a ellas. Y sobre todo, se la debo a ella, a mi ángel, a mi jefa, a mi amiga, a mi madre.
Con el paso del tiempo, he ido aprendiendo que nada es tan malo, como para conseguir destrozarte, y que si quieres algo, nunca podrás conseguirlo estando sentada.
Por eso a día de hoy me despido. Me despido del miedo, de la inseguridad, de la impotencia y de la cobardía.
Hasta nunca viejos amigos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Hoy, me he levantado más sensible que de costumbre.


Hoy me a dado por recordar, mirar fotos antiguas, leer privados de hace 3 años, y escuchar canciones que me ponían, y me ponen, los pelos de punta.
Nostalgia de el, de lo que era, de lo que tenia, y de lo que no sabia.
El tiempo pasa mas rápido de lo que parece, y aun tengo la sensación de que no lo he aprovechado como debería.
-Quieres algo?
+Sí, a tiiiiiiiiiiiiiii
-Y algo mas?
+Me sobra con eso.

viernes, 19 de agosto de 2011

Noches oscuras.



Me podría pasar la vida sentada en el asiento delantero de un coche, mientras que me cantas.
Sin hacer nada más, sin ir a ningun lado. No os confundais, no me aburro.
Estoy a su lado.

martes, 16 de agosto de 2011

Hay caricias calculadas.

Sigo esperando el latido del teléfono, mi honor en torno a un tono que no sonó. Da igual, llamaron otros, y todos llenos de cosas buenas, pude amarlos sin problemas.
No me perteneces, no te pertenezco. Solo cuando aparezco y con mi luz te busco.
Te dije;
-Yo te haré soñar, y soñar esta bien, pero ¿de vuelta a la realidad, estarás conmigo al 100x100?
+No se.
-Pues déjame soñar sola mi drama, y cuando quieras algo transcendente en la cama, me llamas.

lunes, 15 de agosto de 2011

Para tí

En realidad lo que siento es rabia, celos, y mucha decepción.
Porque siempre he sido una maniática del orden, y esta situación se me escapa de las manos.
No te entiendo, y no entiendo tus actos. ¿Debo de sentirme apartada? ¿Ya es hora de que cada uno miremos hacia un lado diferente?
Recuerda que el tiempo pasa, el verano se acaba, y la gente se marcha.
Y cuando te quieras dar cuenta, volverás a dirigirte a mi como lo has echo siempre.
Dijiste que no harías como si no pasara nada, que lo tendrías en cuenta.
Bien, ya es hora de hablar claro.

Aferrados a un abrazo para subsistir al vértigo.



miércoles, 10 de agosto de 2011

Dicen que te rayas por todo. ¡Joder! te rayas por nada.

Dicen que cuando conoces al amor de tu vida, el tiempo se para, y es verdad.
Lo que no dicen es que cuando vuelve a ponerse en marcha, se mueve aun más rápidamente, para recuperar lo perdido.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ayer los sueños, hoy recuerdos al mirar atrás.

Si te paras a pensarlo un poco.
Soy insoportable, me consideran la reina del desorden. Todo lo que toco, lo rompo. Soy arrítmica, y me invento las canciones en inglés. Digo cosas que creo que tienen gracia y no me río ni yo.
Odio madrugar. Me pasaría el día entero durmiendo. No me gusta ningún tipo de comida, y siempre desespero a la gente cuando empiezo con preguntas sin sentido. Deliro, a menudo. Y no se sabe muy bien cuando estoy en broma y cuando no.
Odio ir de compras, no soporto meterme en las tiendas y ver a la gente peleándose por pillar la talla adecuada de cualquier camiseta.
Cuando tengo calor, no hay quien me hable, pero cuando tengo frío, la que no habla soy yo. No soporto hacer la cama, soy una quejica, siempre le pongo pegas a cualquier situación.
No me gusta que me falte algo, pero cuando lo tengo, no le hago caso.
Nunca empiezo las comidas por el primer plato, lo primero es el postre.
No soporto que me toquen el pelo, y detesto los pies de todas las personas por encima de cualquier cosa. Le tengo fobia a los payasos, nunca he conseguido poner un pie en el circo.
Me gusta tomarme un colacao frío en pleno invierno, con los pies helados y mirando la lluvia, y tanto sabiendo que tengo razón en algo, como si no, jamas conseguirás hacerme cambiar de opinión.
Me enfado con facilidad, no tolero las bromas. Soy un tanto friki, me encantan los videojuegos más clásicos y absurdos. Y cuando me leo un libro, siempre miro primero el final.
Las películas de risa, no me hacen gracia, pero las de amor si. No soporto dormir con ninguna luz encendida, ni con el mas mínimo ruido y soy exigente y prepotente.
No soy capaz de beber con vasos de cristal, su tacto me estremece.
Cambio de opinión y de gustos cada 5 minutos. Y soy una miedosa.
No me gusta salir, prefiero quedarme en casa viendo una buena película con la compañía adecuada.
Duermo arropada hasta el cuello tanto en invierno, como en verano.
Y me agobia estar con mucha gente en cualquier sitio. Puedo lanzar miradas que podrían llegar a matar y siempre estoy cansada. Y cuando me siento, estoy siempre moviendo una pierna.
No soy capaz de estar mas de 10 minutos en un sitio, y siempre hago las cosas de manera improvisada.

Y tu, ¿Aun puedes decirme que te lo he puesto fácil?

martes, 2 de agosto de 2011

De momento vive feliz en la infancia.

Hoy me apetece mucho escribir sobre ti. Escribir algo que nunca vas a leer. Algo que pienso, pero no soy capaz de decírtelo. Algo que no puedo guardármelo mas tiempo. Y algo que espero poder demostrártelo algún día.
Un largo tiempo desee que no estuvieras, dije cosas que jamás pensé que diría, y te las dije a ti, tu que siempre me regalas esa sonrisa.
¿Quieres saber la verdad?
No existe una mayor verdad en el mundo que esta;
No soy capaz de vivir sin ti, sin tus ganas de vivir, sin tus agobiantes te quieros, sin tu forma cariñosa de llamarme, sin ese "Que guapa estas Raquel" (y estoy en pijama), sin tus enormes ojos verdes.
He de darte un consejo, y es, que no te preocupes por lo que vendrá, no pierdas nunca tu alegría. No te enfades, nada es tan importante, y nadie merece tanto la pena como para que pierdas el tiempo en cosas que no te gustan. Habrá gente que te falle, tendrás amigos que te mientan, otros serán para siempre, y seguro que algún día te romperán en corazón por primera vez. Solo tienes que levantarte, si no puedes, cuéntamelo, lo haremos como siempre pero esta vez al revés. Yo seré la que te cuente un cuento a ti para que te duermas.
Crece, madura, pero consigue siempre ser esa niña feliz, mi niña.
Te quiero, y creo que esas dos palabras son las que mas me cuesta decir. No me lo tengas en cuenta, no me hagas caso cuando te desprecio.

Siempre, serás mi pequeña.

viernes, 29 de julio de 2011

Volví a soñar contigo.

Tú, tumbado sobre mi, mis manos acariciaban tu espalda mientras que te quedabas dormido, apenas había luz. Algunos rayos de luna se colaban por las pequeñas cortinas y me dejaban diferenciar cada uno de tus lunares.
Sonreía mientras que tú, dejabas que tu cuerpo se estremeciera por el tacto de mis manos.
Silencio. Oscuridad.
Abro los ojos, ya no estás.

lunes, 25 de julio de 2011

La chica de ayer, pero en hoy.

Anduve por las calles sin ver ni oír nada, caminando a ciegas por un planeta desconocido, totalmente zombie. Un coche estuvo a punto de atropellarme. En ese momento adquirí conciencia de mi insignificancia: tan pronto existes como dejas de existir. Y mi mire alrededor sin comprender nada: ¿A donde iban esas riadas de coches que circulaban en un sentido y en otro de la calle obedeciendo ciegamente las ordenes de los semáforos? ¿A donde se dirigían esas oleadas de gente que circulaban aquel mar de cemento en cuanto los coches paraban? ¡Qué sin sentido!
Estuve tentada de sentarme en cualquier banco a pensar algo que se me escapaba y que ni siquiera sabía qué era.

Como si necesitara imaginar mi vida:no la que había vivido, sino la que me quedaba por vivir, y además imaginar la vida de todas esas oleadas de gente que, lo mismo que yo, obedecían a impulsos ciegos. Me sentía agotada por un esfuerzo que aun no había empezado a hacer. Y de pronto, en medio de aquel mare magnum, vi a una niña de tres o cuatro años que iba tranquilamente de la mano del que supuse que era su abuelo, comiendo una piruleta mayor que su cara, pringada hasta el pelo y rebosando felicidad. A lo mejor a todos los demás nos faltaban aquella piruleta.

La piruleta era el talismán para saber a donde íbamos y para que estamos ahí, en medio de ninguna parte.

Con la piruleta en la mano dejaríamos de ser olas que cruzaban aquel mar de cemento apresuradamente sin saber muy bien a donde nos dirigíamos. Los conductores dejarían de tocar irritantemente las bocinas sin ton ni son. Y los coches preguntarían educadamente por qué los hacían correr a esas velocidades siempre a la misma hora. Pensar en el talismán me dio animo para acercarme a esa verdad que estaba apunto de descubrir.

Y de pronto, volvieron a desaparecer los coches y la gente. Ahora caminaba de nuevo por un planeta solitario en el que yo era su única habitante, pero esta vez sin angustia, sin miedo a lo desconocido.

Las luces y el jaleo de la calle me arrojaron de nuevo a la realidad de los sentidos.

viernes, 22 de julio de 2011

La derecha de mi izquierda.


Raquel Lozano 10 sep 2010. 12:29
Tú, eres mi pasado, construyes mi presente, y estarás en mi futuro.

Cada una de las sonrisas, de lagrimas de alegria, y todos y cada uno de los triunfos, te los debo a ti.
No hay un Mario sin Luigi, un Quijote sin Sancho, un Popeye sin Olivia, un Chip sin Chop, un Phineas sin Ferb, un Tom sin Jerry, ni una Raquel sin Yolanda.
Eres importante en mi vida, pero sobre todo eres imprescindible. Porque no me imagino levantarme por las mañanas y no poder contarte que he tenido una pesadilla. Como tampoco me imagino mi vida sin esas pequeñas cosas que me aportas que hacen de ella una autentica felicidad.
Me encantaría seguir compartiendo años y momentos contigo, poder crecer juntas como lo hemos echo hasta ahora.
FELICIDADES POR ESOS 17 AÑOS , y FELICIDADES por ser la increible persona que eres Yoli.
Te quiero muchisimo.

Gracias.

miércoles, 20 de julio de 2011

No soy corriente, pero si me rozas puedo dar calambre.

Le dije: “Monta que te llevo al sol,” me dijo: “Que tontería, arderás!”
Le dije que no pensaba ir de día y se reía, ya verás le decía si te fías de este guía.
Dicen que cuando llegas hay un flash, y me creía, me daba alas, parábamos a dar caladas en coordenadas desordenadas.
Sentados en el Meridiano de Greenwich, dejábamos colgar las piernas, sabiendo que la búsqueda era eterna, y que hay muchas paradas a lo largo del camino y que, lo importante no es llegar, si no el camino en sí.
Miramos atrás y supimos que nadie volvería a vernos más.

martes, 19 de julio de 2011

"Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades"

Si vas a llorar que sea de la mera alegría
Si vas a morir que sea del gusto, no de la vida,
Si vas a hechar que sea de menos, en falta
Si tienes que luchar que sea por ellos y si vas a perder que sea la verguenza o tu miedo.
Si vas a dejarme, que sea sin habla, que se me caiga la baba y no pueda articular palabras.
Que si vas a mirar, que sea por los de tu alrededor, ni por encima del hombro, ni de tu ombligo ¡no!
Si vas a pecar que sea de inocente, de callar con un beso, de evitar lo evidente
Y siempre que vayas a caer que sea en la cuenta, y cuenta conmigo siempre como una amiga.
Amiga, lo que digo, lo que intento decir, es que quién sea feliz, lo sea hasta el último suspiro.

lunes, 18 de julio de 2011

En formato susurro, en formato secreto, y en formato gemido.

Hoy me he levantado con ganas de decirte que el miedo te a ganado. Y yo por desgracia contra eso no puedo hacer nada.
Nos empeñamos en hacer las cosas diferentes, y estas nos estallan en la cara dejándonos indefensos.
Dicen que el tiempo que se va, nunca vuelve. Y que los amigos son para siempre.
No tengo muy claro que es lo que quiero decir con esto.
Palabras que no dicen nada, pero seguro que tu pondrás encontrarle el significado. Como haces siempre, como solo tu sabes sacarlo, incluso de las cosas que no lo tienen.
Sin embargo, yo ya he resuelto todos y cada uno de tus misterios, he recorrido cada uno de los rincones de tu cuerpo, y podría distinguir tu olor de entre cualquier persona y en cualquier lugar.
Y ahora me siento aquí, preguntándome como seguir con esto.

Y tú, ¿que me dices? ¿Todavía tienes dudas?

miércoles, 13 de julio de 2011

Más que ayer.

+Mañana te llamo imbécil.
-Gilipollas.
+Anormal.
-Te quiero.
+Hasta mañana.

NO PUEDO DEJAR DE REIR.



Y hacerlo hasta llorar. Hasta que te duela la barriga y sientas que te falta oxigeno. Y reír, mientras que dices "Por favor, no puedo más"
Pero no quieres que termine. Y cuando lo hace, suspiras y te limpias las lágrimas.
Y sonríes. Una y otra vez.

lunes, 11 de julio de 2011

Azuloscurocasinegro.

Desde la nada me abrazas, no prohibes ni amenazas.
Tan romántico y auténtico, tú nunca te disfrazas.
Me das retos, aventuras y responsabilidad, me das éxito y dinero, me quitas la intimidad, me exiges crear, me haces temblar, soñar, me curas. Me eliges para hablar si las calles están mudas.
Me desnudas con ternura y siento tu tacto y tu olor, si te veo volar libre entre la voz de un cantautor.
Tú, a quién acudo si otros fallan.Me desintegras pintando estas noches negras, me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas y me resucitas siempre, nunca me mientes.Eres el recipiente donde lágrimas se vierten.
Llegas y me das oxígeno, mi único somnífero, si el mortífero estrés tensa mis músculos.
Fuiste mío y solo mío en mis horas de miseria, compones la banda sonora de esta tragicomedia.
Me levitas y así evitas que tanto odio me ametralle.
Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente.
Surges y de repente la vida olvida a la muerte.
Solo tu haces realidad los sueños que yo persiga.
Y es que sin ti no hay destino, solo piedras y mil caminos, sin ti, soy un mimo temblando en el camerino.
Pero tu acoges mis voces si me ves desorientada, y bailas conmigo un Vals igual que dos enamorados.
Y es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perpleja y caí, reviví como el sol y resistí los golpes.
Si fui torpe encontré por fin mi norte, mi soporte.


martes, 21 de junio de 2011

Mente en blanco.


Maletas cerradas. En ellas lo justo. Unos cuantos biquinis, un poco de crema solar, ese libro, y música, mucha música.
Nada más con lo que cargar, ni un solo peso más sobre mis hombros.
Lo siento pero me voy, yo no quería, pero no es fácil.
Me levantare cada día pensando en que hubiera sido, y en cambio, en lo que no es.
Tu no te preocupes, estaré bien. Me pasaré los días mirando el cielo, respirando hondo, y seguiré caminando, porque aun que este más cansada, soy más fuerte.
Escucharé nuestra canción y sonreiré, la bailaré, y puede que se derrame alguna lágrima. Pero tranquilo, será de alegría.
Tu mientras tomate una cerveza a mi salud, y regala sonrisas a todas las chicas que se te crucen, piensa, que yo estaré haciendo lo mismo.
Solo necesito eso. Un tiempo muerto. Ir a un lugar donde descansar cuerpo, cabeza y corazón.
No me llames. No quiero saber nada.
Estaré demasiado ocupada pensando en mí.

domingo, 5 de junio de 2011

Un amargo silencio.

Suéltalo. Vamos Raquel, díselo.
Te mueres por saber la cara que pondría. Por ver si se sorprende, o si se decepciona.
Quieres verlo lleno de rabia, de celos.
Escúpelo.
Ya esta, parece que ya van a salir las palabras.
No. Nudo en la garganta. ¿A qué esperas? ¿Qué temes?
Díselo, ahora, antes de que se vaya.

-Bueno, un beso pequeña.
+Hasta luego....

miércoles, 25 de mayo de 2011

Recapacita, no vayamos a perder la cabeza.

¿Qué os parece si nos paramos y nos plantearnos un poco la situación?
Mi madre me enseño desde pequeña, que antes de hacer algo, debo de contar hasta diez, y si entonces no me parece una locura, que lo haga. En mi caso, tengo que contar hasta veinte.
También me enseño a que no me debo fiar de los desconocidos, que si no comes te comen, que más vale pájaro en mano, que ciento volando, y a que le sonría a la gente que me sonríe, a los que no lo hagan, pues, que les sonría también.
Lo siento mamá, no te estoy haciendo caso.
Tengo una amiga, que no se para a pensar las cosas ni un solo segundo. Otra que se las piensa demasiado, la siguiente simplemente se deja llevar, y la que me queda piensa, pero primero actúa.
¿Y yo, que hago mamá? No te equivoques, no son malas niñas, están locas, sí, pero eso es lo que me enamoró de ellas, seguro que a ti también te gustará.
Ellas les sonríen a todos, incluso a los que tendrían ganas de tirar por la ventana.
¿Qué porqué? Porque saben que valen más que cualquiera. Y resulta que todo se pega mamá, que me están haciendo enloquecer, me están llevando por el camino del desenfreno, del corazón a mil por hora, de las salidas nocturnas, de los bares de copas, de los besos robados, de colillas gastadas, de las miradas borrachas.
Ahora, mamá, sueltalo, suelta esa pregunta que me estás deseando hacer.
-¿Eso es lo que quieres?
Solo puedo responder a eso de una manera.

Por fin, he encontrado mi sitio.

lunes, 16 de mayo de 2011

La cuenta por favor

Jefe, qué se debe?. Anda tráeme la cuenta. Te iba a pedir la dolorosa, pero me temo que en este caso, además de dolor, va a hacer alivio.
Igual no nos vistes, pero hace tiempo, entramos los dos juntitos de la mano, el y yo.
Igual no te fijastes, pero vinimos con hambre de muchas cosas, dispuestos a apagar toda sed. Quedarse con las ganas no entró ni en el más barato de los menús.
Sabíamos cuál era nuestro plato, en qué punto lo queríamos y hasta cuánto lo íbamos a degustar.
Pero no hasta cuándo.
Quizás por eso, recuerdo perfectamente el día en el que el empezó a pedir fuera de carta. Fue estúpido tratar de entenderlo.Inútil tratar de saber por qué. Tranquilo, no te voy a pedir la carta de reclamaciones. No es culpa de nadie, simplemente pasó, y antes de que nos diéramos cuenta, el preguntaba lo que comían las otras mesas, los dos bebíamos para no charlar y yo miraba los mensajes del móvil mientras intentaba disimular nuestra crisis de ganas de superar nuestra crisis.
Ahora que ya todo me sabe a tarde, y todo me sienta peor, ahora ya todo me recuerda a un casino. Más importante que saber estar, es saber cuándo largarse. Aunque aquí, como ves, el último que se levanta, la paga.
Hazme un favor, descuéntame todo lo que jamás pedí y aun así tube que tomar.
Tampoco me pongas lo que pedí y jamás me trajeron. Como una vida juntos, esos planes hechos mentira, esos hijos que tuvieron nombre mucho antes que existencia, esa casa unifamiliar que jamás hubiera podido pagar...
Descuéntame todo eso y dime cuánto te debo, que yo te lo pago.
Y no te preocupes si al final nada cuadra. No te me apures si pago de más.
Con el cambio, me haces otro favor.
Le envías una botella del mejor champán a los labios de esa mesa.

sábado, 7 de mayo de 2011

Te tengo en el cajón de los recuerdos, también en el de los olvidos, en el de los sueños rotos, y el de los sueños cumplidos.



No sabes como a sido, pero un día te despiertas y ya no está. Así, sin darte cuenta ese sentimiento se a esfumado. Y ya no sientes lástima porque sea así.
Ahora quedan más cosas por vivir, muchos caminos que recorrer, mucha gente a la que conocer, a la que amar, a la que odiar. Quedan miradas de complicidad, lágrimas por derramar y sonrisas que regalar.
Ahora sé, que puedo ser sin ti. Qué las alegrías se viven en pequeños momentos.
Qué los recuerdos son lo más preciado que tenemos, podemos moldearlos a nuestra manera y revivirlos en el momento oportuno. Solo hace falta saber administrarlos para que no hagan daño, para poder sacar la gran esencia de ellos y lo demás eliminarlo.
Mientras tanto los dejaré allí, junto aquella muñeca, algunas cartas y unos cuantos pañuelos, hasta que cojan polvo, y solo sean eso, recuerdos.


sábado, 30 de abril de 2011

.

"QUE VAS ECHANDO DE MÁS, LO QUE UN DÍA ECHASTE DE MENOS."

jueves, 28 de abril de 2011

Menos es más.

Estoy en crisis.
Discuto con mi instinto por no dejarme ni un margen ni un parentesis.
Vivo en desequilibrios, delirios de barrio, siempre he coleccionado zarrios y pasiones, es la virtud de mis diarios y mis actos.
Quizás no fui apta para alcazar tus metas, vamos que eché el ancla a mitad de tus océanos.

miércoles, 6 de abril de 2011

Soy tu ángel.

Siempre estube cerca en cada paso, en cada tropezón del corazón al borde del fracaso.
En cada situación en que la razón de nada sirve.
En tu sucio callejón de lo terrible, INVISIBLE.

Ella es...

La que alegra y endulza mi cara.
La que aguanta mis malos humores.
Y encima de todo se calla.

martes, 29 de marzo de 2011

Un billete solo de ida.

Parece mentira.
Quiero creer que es mentira.
Me sigo empeñando en que todo tiene solución, en que tarde o temprano entrará en razón, y que se verá un atisbo de esperanza encima de toda esta mierda. Pero se que no será a así.
Su voz suena cortante y fría, como si hablase con un completo desconocido, y sus palabras son más hirientes que nunca. Hemos colgado, sin un "llámame luego", ni siquiera un "ya hablamos", simplemente un silencio incomodo, rodeado por un mar de inseguridades y dudas a provocado una torpe despedida.
Ya no quiero sentir nada, pero no encuentro el valor de ponerlo en practica, me veo indefensa.
Día tras día voy por la vida cansada, sin fuerzas para realizar nada, y sin ver ni si quiera compasión en los ojos del otro. No quiero más de esto.
Y lo peor de todo, es que ya no tengo a quien contárselo.

viernes, 25 de marzo de 2011

Dando y perdiendo.

+ Y sabes que?
Me jode que me quieras y me jode todo lo que has echo por mi
.
Y me jode que estés en mi vida.

- Entonces porque no dejas de hablarme?
Porque no me quitas de tu vida?
Serias más feliz no?


+ No. Porque yo te quiero
pero no puedo hacer nada
.

- Te contradices.

+Si, quizás.

viernes, 18 de marzo de 2011

Yo vs Yo.



Hoy es uno de esos días en los que soy mi peor enemiga.
¿Alguna vez habéis sentido la necesidad de cambiar todo cuanto te rodea?
Tengo una disputa constante en mi mente, mi corazón y mi cabeza no hacen más que discutir, y mientras yo, me evado y no hago caso a ninguno de los dos.
No puedo esperar que nadie cambie mi vida por mi, pero no tengo fuerzas.
Ahora no me apetece hablar.
Estoy tratando de apartar esta sensación de odio que me corroe.
Un día más de la cama al sofá y del sofá a la cama.
Enciendo la tele y miro pero no veo nada.
Me conecto pero no hablo con nadie.
Estoy rodeada de gente, que su único problema es no tener ninguno, y eso es lo que más me asquea.
Otra tarde perdida escribiendo.
Y así, día tras día, sin matar el tiempo, dejando que él me mate a mí.

viernes, 11 de marzo de 2011

Poniendo y quitando.

Odio comer, pero odio aun más tener hambre.
Odio levantarme tarde, pero no me gusta madrugar.
Odio fumar, odio no hacerlo.
No me gusta pasar frío, pero el calor me
asfixia.
Me agobia la multitud, pero me da miedo estar sola.
Las cosas frías no me gustan, pero lo caliente lo detesto.
Odio estudiar, pero odio suspeder.
Odio el día, odio la noche.
Odio salir, pero odio quedarme en casa.
No creo en Dios, pero detesto pensar que no hay nada más.
Odio la vida, temo a la muerte.
Odio estar contigo, pero no puedo estar sin tí.

Te odio.
Te quiero.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Insignificante.

-¿Y qué te ha dicho?
-Nada, solo se calla.
-¿No sabe lo que quiere?

-Sí lo sabe. Pero no siempre soy yo.

domingo, 27 de febrero de 2011

Deliciosamente diferente.

No sabe consolar, pero me abraza, me hace sentir viva, me hace reír, y me hace llorar aun más. Como un niño chico al que le quitan el chupete. Rizamos demasiado el rizo, y vemos las cosas desde diferentes ángulos.
Pero no es ningún capricho, y de eso estamos seguros.
Que más da, seguirá siendo igual dentro de 5 o 6 años. Seguiremos mirándonos con deseo, intimidándonos, seguiremos riéndonos por nada, y seguiremos siendo víctimas de una relación que no llega a ningún lado.
Te querré aquí, y en Pekín.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Date prisa.

Me pesan los párpados.
Las lágrimas brotan de mis ojos descontroladamente, en mi cabeza retumban cientos de ideas por segundos. Me duele.
Deseo ser como el Ave Fénix, envuelta en llamas,
que muere por la noche y renace de sus cenizas por la mañana. Ojalá pudiera huir. Volar lejos de aquí, sentarme en un parque de cualquier ciudad lejana, cerrar los ojos, y no sentir dolor. Ya no sé ni que es lo que siento. Estoy perdiendo la cabeza. Que triste, es pensar en todo lo que puedo ser, y no soy. ¿Porqué no me dejas serlo? Cada día que pasa le encuentro menos sentido a todo esto, y ya no quedan personas a mi lado, que puedan ni si quiera llegar a entender una mínima parte de ello. Es tontería hablarlo. Estoy viva, pero avanzo día a día como un zombie, con cuerpo, pero sin alma. Presa de mis miedos, y de mis esperanzas. Encerrada en mi infierno, tratando de revivir alegrías. Ahora solo me queda pedirte un favor; Piensa, si merece la pena seguir siendo un infeliz, un insatisfecho, un frustrado, y una persona solitaria, porque mi cabeza ya no puede seguir intentando adivinar tus pensamientos. Por favor, haz que todo encaje pronto.

martes, 22 de febrero de 2011

Estoy empezando a enloquecer.

Tengo tantas cosas que decir, que ya me ahogo.
Ven, y sácame de aquí.
Haz que se alejen las dificultades.
Derriba esos muros.
Ponte cerca de mi, y dame la mano, abrázame fuerte, muy fuerte, hasta que me falte el aire.
No te preocupes, no te pondré pegas.
Acaríciame, juega con mi pelo. Susúrrame al oído.
Recorre junto a mi cada uno de los rincones de esta ciudad y luego, bésame.
Bésame despacio. Como solo tu sabes hacerlo.
Vamos, somos libres. ¿A qué estás esperando?

jueves, 10 de febrero de 2011

Oigo despertarse a mi madre.


Noches a oscuras.
Tú voz me susurra.
Escalofríos recorren mi cuerpo.
Estás lejos, pero te siento cerca.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Largo viaje. Claro destino.


Ultimamente me he dado cuenta de que me paso más tiempo sentado aquí que en mi propia casa.
Subo al autobús y me siento en el sitio de siempre, nunca está ocupado...
Es verdad, mucho tiempo. Pero esta es la primera vez que me paro a observar.
Al autobús suben tanto gente mayor, como niños.
No entiende de edades.
Lo mismo emigrantes que nacionales, lo mismo gente bien vestida y arreglada, que gente normalilla.
También están los que huele bien, y los que, ¡Joder! hay que ver como huelen...
El autobús, no hace distinción de razas, ni de sexo, ni de edad, ni de nada...
Nos iguala.

Y pensándolo bien, el autobús se parece al viaje de la vida; te lleva al destino deseado.
Todos tenemos una parada en la que bajarnos, nadie se puede quedar en el autobús para siempre.

miércoles, 26 de enero de 2011

Parece que acumulé el dolor como un tesoro.

Hace poco pensaba que durante los últimos años he vivido en un estado de fatiga permanente. Estoy cansada de estar cansada y de intentarlo una y otra vez. Ya no me quedan fuerzas, estoy exhausta. Querría pasarme un año entero durmiendo.
Y allí sentada en la mesa de siempre, en la misma silla, con el mismo bolígrafo y rodeada de la misma gente, me paro a observar, a detenerme en cada uno de ellos.
Algunos subrayan cosas que creen importantes, otros sin embargo, están con la mirada perdida, presentes de cuerpo, pero ausentes de mente, evadiendose de la rutina y pensando en quién sabe qué.
Y hay miradas que se cruzan, y risitas, y otra persona alza la mano y fórmula alguna duda.

¿Y yo? ¿Qué hago aquí? ¿De verdad esto es lo correcto?
Me gustaría saltar, gritar, bailar, correr, beber, fumar.
Pero no puedo. No está permitido. Tienes que seguir unas pautas. Pero de todas maneras, yo tampoco tengo fuerzas para afrontarme al exterior.
Me noto cansada, ahogada, desolada.
No tengo nada claro, no tengo rumbo.
No tengo un futuro.

Es verdad, mi vida no puede estar en sus manos. Já. Que fácil es decirlo.

Y ahora otra vez a casa, a comer, al ordenador, a estudiar, a cenar, y a la cama.
Ya está, otro día más tachado en el calendario. Otro día igual.
Estoy rodeada de un amargo silencio y de una inmensa indiferencia.
Pido a gritos un ángel, una mano amiga que me levante, que me arrope, que me acune, que me consuele, que me enseñe que puedo ser feliz. Pero no.
Tampoco tengo fuerzas para eso.
¿De verdad tengo que pagar yo por los errores de los demás?
Cada vez tengo más claro que nada tiene sentido, y que no pinto nada aquí.

Es cierto, el pasado no debe afectarte, no puede dañarte, puesto que de los errores se aprende, y en fin, el pasado, pasado es ¿no?
¿Pero que pasa cuando ese pasado se vuelve tu presente?
A eso ya no se responder.

Sí, quiero desaparecer, no quiero ser, puesto que hace tiempo que me dí cuenta, que nunca fui nada.