miércoles, 13 de julio de 2011

NO PUEDO DEJAR DE REIR.



Y hacerlo hasta llorar. Hasta que te duela la barriga y sientas que te falta oxigeno. Y reír, mientras que dices "Por favor, no puedo más"
Pero no quieres que termine. Y cuando lo hace, suspiras y te limpias las lágrimas.
Y sonríes. Una y otra vez.

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