miércoles, 20 de julio de 2011

No soy corriente, pero si me rozas puedo dar calambre.

Le dije: “Monta que te llevo al sol,” me dijo: “Que tontería, arderás!”
Le dije que no pensaba ir de día y se reía, ya verás le decía si te fías de este guía.
Dicen que cuando llegas hay un flash, y me creía, me daba alas, parábamos a dar caladas en coordenadas desordenadas.
Sentados en el Meridiano de Greenwich, dejábamos colgar las piernas, sabiendo que la búsqueda era eterna, y que hay muchas paradas a lo largo del camino y que, lo importante no es llegar, si no el camino en sí.
Miramos atrás y supimos que nadie volvería a vernos más.

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