Tengo tantas cosas que decir, que ya me ahogo.
Ven, y sácame de aquí.
Haz que se alejen las dificultades.
Derriba esos muros.
Ponte cerca de mi, y dame la mano, abrázame fuerte, muy fuerte, hasta que me falte el aire.
No te preocupes, no te pondré pegas.
Acaríciame, juega con mi pelo. Susúrrame al oído.
Recorre junto a mi cada uno de los rincones de esta ciudad y luego, bésame.
Bésame despacio. Como solo tu sabes hacerlo.
Vamos, somos libres. ¿A qué estás esperando?
No hay comentarios:
Publicar un comentario