miércoles, 15 de septiembre de 2010

Inevitable

Pantalones caídos, botines nike, camiseta larga, pero lo suficientemente corta como para que asomen sus calzoncillos por debajo, pelo de punta... Inconfundible.
Ahora lo veo pasar, con su alegría, sus ganas de vivir, sus bromas, su manera peculiar de andar..
Y es cuando de verdad, valoro lo que tenía. Lo que tanto me gustaba, y me gusta.
Me gustaría gritarle, llamar su atención, pero en lugar de eso, mi estómago se hace un nudo, mis manos empiezan a sudar, y mis pies andan solos. Y me mira, me mira con esa sonrisa, esa que me dedicaba antes, y yo, no puedo evitar sonrojarme e intentar aparentar normalidad.
Una normalidad que carece de sentido.
Y ahora sí, algo más tranquila, lo veo caminar a lo lejos, y sacudo la cabeza y me río.
Y vuelvo a casa, esperando que no se haya dado cuenta de nada.

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