viernes, 5 de noviembre de 2010

Ponle título.

Un segundo. Un minuto. Una hora. Una tarde.
Cualquiera de esas cuatro opciones me saciarían estas ganas locas que tengo de estar contigo.
Me ayudarían a deshacerme de esa sensación de mal estar constante que se apodera de mi cuerpo y me dificulta la respiración.
Comprobar ortografía
Y ahora sin saber muy bien como he llegado a este punto..

Camino entre el tráfico, pensando más insegura que nunca, en lo que te voy a decir, en como debo actuar, o en como vas a reaccionar.

BASTA. De nada sirve.

Si de algo estoy segura, es de que no debo planear nada. Tengo que dejar que mi corazón actúe por sí solo.

Portal, telefoníllo, tu voz..
Ascensor, tercero, música.

Mi cuerpo avanza por el pasillo, giro y te veo.
Me miras, y sonríes.

Ando vacilante hacia ti, y me dispongo a darte dos besos. Pero algo se apodera de mi mente, de mi cuerpo, de mi corazón...
Y de repente te envuelvo en besos, como si no existiera un mañana, como si solo estuviéramos nosotros.
Y te abrazo con locura, como solía hacer antes.
Y tú no hablas, solo te dejas hacer.

Por un instante, eres mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario